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La ocasión lo merece: una crítica con fundamento del último FANT, el festival de cine fantástico de Bilbao, aprovechando que ya viene y ya llega otra vez, dispuesto a trepanar cerebros. El inefable festival de la vergüenza ajena, disfrazado de certamen serio, presumiblemente estará a punto de perpetrar otro atentado del buen gusto en forma de inauguración internacional. Y viendo la fulgurante estela descendente de calidad en su presentación año tras año, me temo que esta vez lo tendrán difícil para superarse en vulgaridad y cutrez. El verdadero terror será ver cómo siguen destripando una propuesta interesante, que antaño tenía “algo”, hasta convertirlo en un mero evento subvencionado de muestra de películas.

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He tenido que hacerlo: dar mi opinión y crítica sobre Bilbao Paso a Paso. Y explico por qué. En este mundillo del espectáculo hay ocasiones en las que uno tropieza de frente con las peores circunstancias, o con la peor gente para hacer su trabajo. No muy lejos del habitual mundo laboral de producciones y obras ─que conocemos los músicos y artistas en general─ existe otro paralelo: el de los bolos y eventos, más o menos bien pagados. Da igual que seas músico, monologuista o trapecista, tarde o temprano llamarán a tu puerta. Tal vez haya suerte y sean entornos agradables y merecedores de elogio los que requieren de tu trabajo. Pero más de una vez te darás de bruces con entornos hostiles, de verdadera falta de profesionalidad, escasa calidad humana, dudosa integridad e ínfimo sentido del honor que pondrán a prueba tu resistencia personal y profesional.

Lidiar con esto es una de las experiencias más desagradables y a la vez necesarias de la vida laboral de un artista. Puede pasarte con cualquier trabajo, no solo en el mundo de la música y el arte, cierto es. Pero de la misma manera que tenemos que hablar de lo maravilloso que pueda ser un trabajo, un productor o una compañía, hay que advertir que no todo son caminos de rosas y que la mala gente campa a sus anchas. Y es cuestión de tiempo que acabes cruzando tu camino con el suyo.

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